El mundo agoniza
y en mí lo que más duele es no verte.
Es culpa de mi Venus
que sufre por miedo a perderte.
Cabra herida
y muriendo de sueño
que por las noches llora
vestida de terciopelo.
El tiempo pasa tan lento y de prisa
como personas que dicen adiós,
como José Angel
hace ya más de 10 años.
Lo extraño, mi hermano,
mejor amigo y aliado
que en su abandono
me dejó mutilado.
Quizás por eso del universo
ahora espero
sorpresa y recompensa.
E intento invocar tu esencia.
Pasaron los meses y al fin sali,
Ya no vi jacarandas.
Sólo agua,
anhelando las misivas,
esas que a veces tu no mandas.
El agua cae sobre Ciudad Lluvia.
Sobre dios Tláloc, ser divino.
El que reposa y observa,
señor que bendijo.
Y quien fue nuestro testigo
aquel dia tan triste y gris
en marzo,
de eso hace ya un año.
Es mi lugar especial,
y mi lugar favorito,
aquel lugar que te enseñé.
Santuario, y para mí refugio bendito.
Quería quedarme a vivir ahí.
Quería que te quedarás,
o al menos que regresaras.
No que me extrañaras.
Mi Venus quería ser toda tuya y para ti.
Pues para ti, siempre
mis noches más cálidas
y compartir el café todas las mañanas.
De madrugada y mirando por la ventana
pedí un deseo a la luna.
Quería saber de ti.
que estuvieras bien, eso fue lo que pedí.
Ahora sueño en canción y melodía triste.
Y me pregunto:
¿En qué momento te volviste tan
importante y para mí?
Quizás una parte de mí
se quedó contigo.
Pues para mí,
ese fue el día en que la Tierra se detuvo.
Entonces un día a la distancia
recibo noticias de ti.
Con mis manos nerviosas
abro tu correspondencia.
Y me doy cuenta que
tu voz no es imaginaria.
Hacer un collage,
Hacer un recuerdo,
Es la proyección de un sueño.
Combinar lo rústico con lo antiguo.
Inhalar flores con olor a maderas.
Volver a ese lugar,
Volver en el tiempo,
Son las puertas que quiero abrir.
Mezclar imágenes y visualizar el momento.
Completarlo me hace sentir contento.
Hace que el día valga la pena.
Un día sin ti, un día de abril,
En cuarentena y con pena.
Admirarlo y compartirlo,
Este collage lo hice pensando en ti.
Son más de cien las fotos
de jacarandas en mi teléfono.
Incluso descubrí haber una del día en que ocurrió.
Quizás incluso durante aquel momento exacto.
No sé qué hacer con ellas.
Son parte de una investigación.
Que ahora es mera documentación.
Y sin garantía de otra primavera sin ti.
En mi galería de fotos
esquivo su almacenamiento,
y me deslizo hasta no verlo.
Evito su amargo recuerdo.
Fue en los últimos años
que comencé a admirarlas tanto.
Pero tengo recuerdos de niño
jugando su flor en el patio de juegos.
Ahora me duele verlas.
Aunque si miro al cielo,
las copas de sus árboles me asombran,
y un suspiro de amargo dolor escapa mi pecho.
Llegado mayo este año,
la mayoría se están despidiendo.
Sólo quienes llegaron tarde,
aún me saludan.
Con Rodrigo logramos alcanzarlas
para inmortalizar su flor
en dije de plata
dedicado a Fernando.
Quería que la jacaranda
fuera perfecta,
y capturara su efímera
belleza y delicadeza.
Y en mis risas lo escucho
Lo puedo reconocer.
Oigo en mí su reflejo.
Pero me siento tan solo y perdido.
Fernando…
José…
Tyler…
El mundo agoniza
y en mí lo que más duele es no verte.
Es culpa de mi Venus
que sufre por miedo a perderte.
Cabra herida
y muriendo de sueño
que por las noches llora
vestida de terciopelo.
El tiempo pasa tan lento y de prisa
como personas que dicen adiós,
como José Angel
hace ya más de 10 años.
Lo extraño, mi hermano,
mejor amigo y aliado
que en su abandono
me dejó mutilado.
Quizás por eso del universo
ahora espero
sorpresa y recompensa.
E intento invocar tu esencia.
Pasaron los meses y al fin sali,
Ya no vi jacarandas.
Sólo agua,
anhelando las misivas,
esas que a veces tu no mandas.
El agua cae sobre Ciudad Lluvia.
Sobre dios Tláloc, ser divino.
El que reposa y observa,
señor que bendijo.
Y quien fue nuestro testigo
aquel dia tan triste y gris
en marzo,
de eso hace ya un año.
Es mi lugar especial,
y mi lugar favorito,
aquel lugar que te enseñé.
Santuario, y para mí refugio bendito.
Quería quedarme a vivir ahí.
Quería que te quedarás,
o al menos que regresaras.
No que me extrañaras.
Mi Venus quería ser toda tuya y para ti.
Pues para ti, siempre
mis noches más cálidas
y compartir el café todas las mañanas.
De madrugada y mirando por la ventana
pedí un deseo a la luna.
Quería saber de ti.
que estuvieras bien, eso fue lo que pedí.
Ahora sueño en canción y melodía triste.
Y me pregunto:
¿En qué momento te volviste tan
importante y para mí?
Quizás una parte de mí
se quedó contigo.
Pues para mí,
ese fue el día en que la Tierra se detuvo.
Entonces un día a la distancia
recibo noticias de ti.
Con mis manos nerviosas
abro tu correspondencia.
Y me doy cuenta que
tu voz no es imaginaria.
Hacer un collage,
Hacer un recuerdo,
Es la proyección de un sueño.
Combinar lo rústico con lo antiguo.
Inhalar flores con olor a maderas.
Volver a ese lugar,
Volver en el tiempo,
Son las puertas que quiero abrir.
Mezclar imágenes y visualizar el momento.
Completarlo me hace sentir contento.
Hace que el día valga la pena.
Un día sin ti, un día de abril,
En cuarentena y con pena.
Admirarlo y compartirlo,
Este collage lo hice pensando en ti.
Son más de cien las fotos
de jacarandas en mi teléfono.
Incluso descubrí haber una del día en que ocurrió.
Quizás incluso durante aquel momento exacto.
No sé qué hacer con ellas.
Son parte de una investigación.
Que ahora es mera documentación.
Y sin garantía de otra primavera sin ti.
En mi galería de fotos
esquivo su almacenamiento,
y me deslizo hasta no verlo.
Evito su amargo recuerdo.
Fue en los últimos años
que comencé a admirarlas tanto.
Pero tengo recuerdos de niño
jugando su flor en el patio de juegos.
Ahora me duele verlas.
Aunque si miro al cielo,
las copas de sus árboles me asombran,
y un suspiro de amargo dolor escapa mi pecho.
Llegado mayo este año,
la mayoría se están despidiendo.
Sólo quienes llegaron tarde,
aún me saludan.
Con Rodrigo logramos alcanzarlas
para inmortalizar su flor
en dije de plata
dedicado a Fernando.
Quería que la jacaranda
fuera perfecta,
y capturara su efímera
belleza y delicadeza.
Y en mis risas lo escucho
Lo puedo reconocer.
Oigo en mí su reflejo.
Pero me siento tan solo y perdido.
Fernando…
José…
Tyler…